sábado, 6 de noviembre de 2010

Primer Venezolano En Arbitrar Un Juego De La MLB

CARACAS-- Manuel González no lo podía creerle cuando le dijeron que tomara sus cosas porque iba a arbitrar en Grandes Ligas. Los ojos se le aguaron y lo primero que hizo fue llamar a sus allegados para comentarle la buena nueva.

Fue el pasado 17 de mayo en un juego entre Cascabeles de Arizona y Marlins de Florida en Miami que el oriundo de Guacara, en el estado Carabobo, se convirtió en el primer umpire venezolano en laborar en el big show y apenas el tercer latinoamericano en figurar en tal elitesca instancia.

“Yo sigo siendo el mismo, que haya llegado a Grandes Ligas no significa que he cambiado, con mis compañeros acá seguimos echando broma como siempre”, dijo quien hizo su reaparición en la pelota venezolana el lunes 11 de noviembre en el marco del encuentro que enfrentó a Tigres de Aragua y Leones del Caracas en el estadio de la UCV.

“Estoy emocionado, porque por más que uno esté allá, a uno le gusta venir para acá, aquí uno tiene sus amigos, su familia y es tu país”.

González, como la mayoría de la gente vinculada al beisbol, proviene de una familia humilde y por ello considera que los logros y hazañas son puentes que se fabrican a punta de trabajo y esfuerzo.
“El arbitraje hay que trabajarlo duro, estudiar mucho y tratar de hacerlo cada día mejor; simplemente, hay que esforzarse y ser uno mismo”, expuso.

Todos tienen que ver

Desde que pisó suelo venezolano, González solo ha recibido muestras de cariño y solidaridad de la mayoría de sus compatriotas; a cualquier sitio que va lo saludan y le preguntan por la experiencia. Su nombre ya quedó inmortalizado con tinta indeleble en la historia de la pelota local.

“En restaurantes, en el supermercado, la gente ha sido bien receptiva. Esta es una profesión donde uno generalmente pasa desapercibido, por eso es bastante especial”, comentó.

Salvo lo que está a simple vista, González no consigue mayor diferencia entre la efervescencia de los estadios y fanaticada en Estados Unidos y Venezuela.

“La tensión es igual, son diferentes mundos y culturas, ninguno de los dos tiene comparación, hay muchas cosas buenas aquí y allá”.

No espera que esta pasantía por la LVBP sea diferente a las anteriores.

“Vamos a ver cómo la gente nos recibe, las expectativas son las mismas, ya yo tengo 15 temporadas aquí”.
Anunció que en su paso por la liga nativa tratará de visitar todos los recintos del interior de la nación y compartir con la mayoría de sus colegas.

“Aquí voy a trabajar con las cuatro cuartetas, dos semanas con cada uno, para trabajar con todos, voy por todo el país, creo que será emocionante, como siempre”.

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